LA MARCHA

Comienza el tamborilero a tocar con un sólo palo y los chiquillos corren a lo largo de la calle. Cambia el toque a dos palos y los muchachos vuelven corriendo al lugar de salida. Cambio de toque y se abrazan en circulo como danzando, dando la vuelta y saltando, y de este corro se van echando al suelo boca arriba. A golpe de palillo dice: un pie (todos levantan un pie). Repite: una mano, otro pie y otra mano (siempre dando un palillazo). Comienza el ritmo de marcha y todos patalean en el suelo y dan palmadas a la vez. Al terminar la marcha, los presentes dando un viva a la Virgen de Guía, les echan caramelos o monedas a voleo. Continúa el recorrido por todo el pueblo.
El día 24, sale el tamborilero antes de la salida del sol y a toque de arrebato, pasa por todas las calles. Después va a casa del sargento y con él y los novicios vuelven a pasar por las calles llamando a todas las casas de los hermanos donde tras llamar, preguntan: ¿estamos buenos o malos? (Las casas deberán estar ya abiertas bajo multa) tras la respuesta los suelen invitar a algún dulce y licor. Después de hacer el total recorrido, pasan a la casa del alférez que con la bandera de la hermandad, se unirá al grupo (el sargento deberá llevar desde antes la albarde o muñeca). Seguidamente van a la casa del capitán que se une a ellos con el bastón de mando y el criadillo (niño entre los 4 y 6 años vestido de hermano). Todos van a recoger al capellán a su casa y luego a la puerta de la iglesia donde estarán esperando todos los hermanos debidamente uniformados y con el arma.
Al llegar los mandos, los demás los recibirán con una gran salva disparando las escopetas, acto seguido se recogen las andas y se parte en procesión para la ermita. Irán en formación de dos filas y romperán la formación al entrar en término de Villanueva volviendo a renacer en las proximidades de la ermita (podría decirse en término de la misma). Una vez en la ermita, se pone la imagen en las andas y es sacada por miembros de la corporación municipal en procesión alrededor de la misma, volviéndola a entrar para ofrecerle la Santa misa, escoltado el capellán por dos hermanos. Tras la misa, es sacada por los hermanos para llevarla al pueblo. Cada vez que la imagen sale o entra a la ermita, es saludada por los hermanos, en la puerta, por una gran salva. Se parte formados en procesión hasta llegar a una colina próxima a la ermita.

COFRADÍA DE LA VIRGEN DE GUÍA

No se sabe con certeza la fecha de su fundación que se la supone aproximadamente sobre el 1500.
D. Antonio Fernández Caballero, párroco e hijo de la villa, que murió en 1953, estimaba que tenía más de cuatrocientos años.
Aunque no existen documentos escritos de su fundación, conserva copia literal de los primitivos estatutos a los que han modificado algo en lo relativo a las multas cambiando los términos: Maravedíes y reales por pesetas y estas por euros.

El libro de actas, el reglamento escrito, y otros de interés que tenia la hermandad, se perdieron durante la contienda de 1936.
Estaba formada por 40 cofrades que pasaron a ser después 50 y actualmente 55 y el capellán. Continua el artículo primero diciendo: y si el hermano que falta tiene hijos, estos serán los primeros si quieren ingresar en la hermandad; teniendo el tiempo para manejar el arma y vestido de soldado.
Articulo 18: todos los hermanos quedan obligados a llevar como uniforme las siguientes prendas: bota o zapato, calcetín, pantalón, levita corbata y mascota negros y escopeta. El artículo 19 quita la obligatoriedad de llevar escopeta a los hermanos mayores de 60 años. Copia literal del "articulo 6º " que en cada función se repartan entre los hermanos la limosna de maitines y misa con que cada año obsequiamos a Nª Sra. y la costa del que toca el tambor y si sobra algún maravedí se le entregara al capitán que anualmente presentara las cuentas de las limosnas que perciba de los hermanos y con asistencia de algunos hermanos y oficiales, formará las cuentas de cargo con toda formalidad como es justo.
En los "artículos 8, 9 y 10" se nombra la obligación de los hermanos de asistir en el cuerpo, a los funerales de cualquier hermano o mujer de un hermano bajo multa de 400 reales.
Ellos se encargaran de sacar el cadáver de la casa y llevarlo al cementerio.